Oficinas vs. coworkings: ¿qué es mejor para autónomos y pymes?
Una de las dudas más frecuentes que asaltan a los autónomos y pymes en algún punto de su trayectoria profesional es acerca de dónde establecer su centro de trabajo. Es posible que al principio fuera suficiente con tener un espacio en casa habilitado para trabajar, pero si buscas expandirte, hacer conexiones o trabajar junto a tu equipo en un entorno físico, es normal que te surja la pregunta de si es mejor una oficina o un coworking.
Trabajar en una oficina: pros y contras
Para tratar de resolver esta incógnita, lo primero es señalar las características de cada opción. En el caso de las oficinas tradicionales, no hay mucho que explicar. Como sabes, son centros de trabajo de uso exclusivo para ti y tu equipo. La gran ventaja de las oficinas es que son privadas, es decir, no tendrás que compartirlas con nadie más y, por tanto, podrás ambientarla como te apetezca.
En cuanto a los inconvenientes, alquilar (o comprar) un local para transformarlo en una oficina puede requerir una inversión importante, especialmente si quieres que goce de una ubicación privilegiada. Pero, además, si no cuentas con personal que se dedique al mantenimiento y otros asuntos relacionados, te tocará a ti encargarte de solventar los problemas que vayan presentándose. Este tipo de gestiones, como es normal, te distraerán de tus tareas principales y pueden robarte un tiempo precioso.
Elegir un coworking: todas las ventajas de la oficina y más
Veamos en segunda instancia, qué posibilidades ofrece el coworking. La fórmula del coworking es relativamente nueva y va perfeccionándose con el paso de los años. Su principal cualidad es que ofrece espacios de trabajo flexibles y a medida, orientándose sobre todo a autónomos y pymes.
Las oficinas coworking ya no proponen únicamente una sala compartida con mesas de trabajo y conexión WiFi como hace unos años. Por supuesto, este es un servicio que ofrecen, pero como decimos, se caracterizan por la personalización al máximo con el objetivo de adaptarse a las necesidades de cada profesional. Por eso, es fácil encontrar espacios coworking con mesas compartidas, pero que también ofrecen la posibilidad de disponer de un puesto de trabajo fijo e, incluso, de despachos cerrados.
De esta manera, el coworking amplía sus horizontes para adaptarse a aquellos profesionales que buscan algo intermedio entre una oficina tradicional y una mesa flexible. Por supuesto, con todas las ventajas que esto conlleva. El coworking es una modalidad cuya tarifa incluye los servicios básicos (conexión WiFi, limpieza, acceso a sala de reuniones, máquina de café, servicio de impresión, etc.) y, además, permite generar sinergias con otros coworkers.
Oficina o coworking, ¿con cuál me quedo?
Entonces, ¿quién gana en la batalla oficina vs. coworking? Claramente gana la segunda opción por ser una extensión de la primera, representando un considerable ahorro económico y de tiempo para los profesionales. Así, podrás enfocarte al 100 % en lo importante, que es tu negocio.
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